La pregunta que más me hacen es si los fieles laicos deben extender las manos al rezar el Padrenuestro.
No existe ninguna norma litúrgica en el rito latino que indique que los laicos extiendan las manos para rezar la Oración del Señor. Ello porque en la tradición litúrgica latina orar con las manos extendidas es una postura exclusiva del sacerdocio ministerial.
Hay quien sostiene que la IGMR manda que la Oración del Señor la recen conjuntamente el celebrante y el pueblo con las manos extendidas. El n. 152 de la IGMR dice expresamente: “luego, con las manos extendidas, dice la Oración del Señor juntamente con el pueblo.” En la redacción de esta norma se puede observar que hay dos comas. La segunda sirve para distinguir la acción de extender las manos de la acción de decir. El sujeto de la primera acción (extender las manos) es el celebrante; mientras que los sujetos de la segunda acción (decir) son tanto el celebrante como el pueblo.
¿Qué puede interpretarse en otro sentido la norma? Esperemos a que la autoridad competente en materia litúrgica, es decir las conferencias de los obispos con aprobación de la Sede Apostólica lo hagan (vid IGMR n. 390).
¿Qué es un gesto bonito? En esta página no entramos a esas valoraciones. Apuntamos lo que indican las normas y ya está. Pero dice que se extiendan las manos el padre Fulano, que sabe mucho, que estudió liturgia, y que tiene un puesto en el episcopado. Respetamos su opinión, pero es una opinión personal. En esta página nos limitamos a señalar lo que indican las normas litúrgicas objetivas; no anotamos teorías académicas y/o personales.