Para recibir la Eucaristía, los fieles deben de abstenerse de tomar cualquier alimento o bebida desde, al menos, una hora antes de la sagrada comunión (CIC 919). A esto se le conoce como ayuno eucarístico, y tiene por fin preparar de forma corporal el encuentro con Cristo.
En cuanto a la materia de la obligación, hay que decir que se permite tomar agua y medicinas. Y en cuanto a los sujetos, las personas enfermas o edad avanzada, y quienes los cuidan, pueden recibir la santísima Eucaristía, aunque hayan tomado algo en la hora anterior. También puede tomar algo el sacerdote que celebra más de una misa al día antes de la segunda o tercera misa (CIC 919).
El ámbito temporal de la obligación es una hora antes de la sagrada comunión, no de la misa. Anteriormente el ayuno eucarístico iniciaba desde la medianoche anterior a que se comulgara. Pio XII lo redujo a tres horas, y san Pablo VI estableció la práctica actual.