En las antiguas Misas de coronación papal, el recién elegido al Trono de Pedro era llevado en la silla gestatoria desde la sacristía hasta el lugar en donde se revestía. En ese trayecto, en tres ocasiones se le encendía fuego a una estopa en el brasero que aparece en la foto que acompaña esta entrada. La estopa se consumía rápidamente. Mientras esto ocurría, el Maestro de Ceremonias le decía al papa: "Sancte Pater, sic transit gloria mundi" (Santo Padre, así pasa la gloria del mundo). Era un gesto significativo para indicarle al nuevo papa que no debía buscar la gloria del mundo -porque pasa tan rápido como el fuego en la estopa- sino ver por la gloria celestial -que es eterna- en todos sus actos.
En el video, tomado en la coronación de san Juan XIII, puede obsrevarse el rito.