Es costumbre que en el día de la Ascensión del año previo a un jubilar, el papa firme la bula de proclamación del año santo, en la que se indica su fecha de inicio y de fin.
Las bulas se identifican por las primeras palabras latinas que tienen. Por ejemplo, san Juan Pablo II convocó el Gran Jubileo del año 2000 con la bula Incarnationis mysterium (“El Misterio de la Encarnación”), mientras que el papa Francisco convocó el Jubileo Extraordinario de la Misericordia (2015‑2016) con la bula Misericordiae vultus (“El rostro de la misericordia”).
A esos documentos se les llama "bula" por tener un sello de plomo con la imagen de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Esta bula o sello se unía al documento por una cinta. A partir del siglo XIII el término bula deja de hacer referencia al sello para pasar a describir al propio documento. Posteriormente, en el siglo XV se reservó el uso del nombre "bula" únicamente para los documentos papales que se refieren a concesión de gracias.
Las bulas comienzan con el nombre del papa (sin el numeral), seguido de su dignidad de Episcopus (obispo) y el título de Servus Servorum Dei (siervo de los siervos de Dios). Por ejemplo, en el caso del actual papa es Franciscus, Episcopus, Servus Servorum Dei.
Aquí puede verse el sello que se le colocó a las bulas que entregó el papa Francisco al convocar al Jubileo 2025 (09/05/2024)