Cuando el papa preside el solemne rezo de las vísperas, existe una particularidad que proviene del rito ambrosiano: dos diáconos inciensan a la vez.
En el momento en que se entona el Magníficat dos acólitos con dos incensarios se acercan al Santo Padre, quien pone incienso a ambos. Luego, los acólitos se los entregan a dos diáconos.
Los dos diáconos llegan al centro del altar y, a la vez, inciensan la cruz; después uno inciensa hacia la derecha y otro hacia la izquierda, encontrándose de nuevo en el centro del altar, pero del lado contrario, y regresan al lugar original incensando nuevamente su lado del altar.
Tras ello, uno de los diáconos inciensa al Santo Padre y, posteriormente, ambos diáconos inciensan al pueblo a la vez.
Aquí el video de esta incensación doble durante el canto del Magníficat: