Una vez que un obispo ha sido electo como Romano Pontífice, elige la fecha en la que se llevará a cabo la Misa de Inicio de Pontificado. Los ritos especiales de esa celebración se encuentran en el Ordo rituum pro ministerii Petrini initio Romae episcopi (Ordinario del Rito del Inicio de Ministerio Petrino como Obispo de Roma), aprobado por Benedicto XVI en 2005, y reformado el mismo papa en 2013.
Antes de ese día, en las Misas que celebre, viste amito, alba, cíngulo, estola, dalmática, casulla, y mitra. Utiliza su anillo episcopal, y la férula papal.
La Misa de Inicio de Pontificado se celebra en la Plaza de San Pedro. Sin embargom antes se llevan a cabo unos ritos en el interior de la Basílica. Para ello, los cardenales presentes en Roma (electores y no electores), se reúnen alrededor del Altar de la Confesión. En la parte inferior, sobre el sepulcro del Apóstol Pedro, se coloca el anillo del pescador y el palio papal.
El nuevo papa ingresa procesionalmente a la basílica, revestido como antes se dijo, pero sin anillo. Al llegar frente al altar, baja a las grutas vaticanas. Lo acompañan los patriarcas de las iglesias orientales. Ahí ora unos momentos frente al sepulcro de San Pedro, y posteriormente lo inciensa. Luego, dos diáconos toman el anillo del pescador y el palio, y sube a la basílica. Tras él, el papa y los patriarcas ascienden.
Cuando el papa se encuentra en la nave de la basílica, inicia la procesión de entrada. Precede el turíbulo humeante. Luego, siete acólitos con velas. Sigue un diácono latino y un diácono oriental, cada uno con un Evangeliario. Tras ellos caminan los diáconos que portan el palio y el anillo del pescador. Luego, los cardenales, de dos en dos, en orden de precedencia. Al final camina el papa precedido por dos diáconos.
Mientras la procesión avanza, el coro canta los Laudes Regiae, en donde se hace mención al nuevo papa.
Todos los que avanzan en la procesión veneran el altar con una reverencia. Los diáconos colocan el palio, el anillo y los Evangeliarios sobre el altar. El papa, tras besar el altar, lo inciensa y se dirige a la sede, en donde se sienta.
En el Ordo de 2005, la Misa iniciaba como de costumbre, y el rito de la entrega del palio y del anillo tenía lugar después del Evangelio. En 2013, se reformó para que tuviese lugar antes del inicio de la Misa.
Frente al Romano Pontífice se para el cardenal protodiácono, acompañado por un diácono que en una charola lleva el palio. El cardenal le dice al nuevo papa:
“Deus pacis, qui eduxit de mortuis pastorem magnum ovium Dominum nostrum Iesum Christum, Ipse tibi Pallium donet quod ab apostoli Petri Confessione sumpsimus.
Illi Pastor bonus suos agnos suasque oves pascere præcepit tu, hodie Petro succedis in Episcopatu huius Ecclesiæ quam ille, cum apostolo Paulo, fidei genuit.
Spiritus veritatis, qui ex Patre procedit, uberem inspirationem et eloquium tuo ministerio fratres in fidei unitate confirmandi largiatur.”
Es decir:
“El Dios de la paz, que levantó de la muerte al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesucristo, te da el palio tomado de la confesión del apóstol Pedro.
El Buen Pastor te ha ordenado apacentar a sus corderos y ovejas, hoy que sucedes a Pedro en el episcopado de esta iglesia que fundó en la fe junto con el apóstol Pablo.
El Espíritu de la Verdad, que procede del Padre, de la inspiración y el discernimiento a tu ministerio para confirmar a tus hermanos en la unidad de la fe.”
Toda la asamblea responde cantando un versículo del salmo 67: “Manda, Deus, virtuti tuæ; confirma, confirma hoc, Deus, quod operatus es in nobis.”, es decir, “Despliega, oh Dios, tu poder; se fuerte, Dios, tu que has actuado por nosotros.”
El cardenal protodiácono se acerca al papa, y le impone el palio, con la ayuda de los ceremonieros, quienes colocan los tres clavos en el palio.
Después, el Santo Padre se pone de pie, y el primero de los cardenales de la orden de los presbíteros, se para frente al papa y pronuncia la siguiente oración:
“Deus, qui adesse non dedignaris ubi recto corde devotaque mente invocaris supplicationibus Ecclesiæ tuæ quæsumus adesto: super famulum tuum et Papam N, quem officio servitutis nostræ in culmine apostólico constituisti, dexteræ tuæ benedictionem effunde et ipse roboretur Dono Spiritus tui ut tantum ministerium ita digne ferat sicut tantæ dignitatis charismate augetur. Per Christum Dominum nostrum.”
Es decir:
“Oh Dios, que no decepcionas a quien te invoca con corazón devoto: escucha las súplicas de tu Iglesia por nuestro papa N, a quien a través de nuestro humilde servicio colocaste en la cumbre del ministerio apostólico; otórgale tu bendición y fortalécelo con el Don del Espíritu, de forma que el carisma que le confieras corresponda con su alto ministerio. Por Cristo, nuestro Señor”
Todos los presentes responden cantando un triple Amén.
Al terminar la oración, el papa recibe la mitra y vuelve a sentarse en la sede. Después, el Decano del Colegio Cardenalicio se para frente al Santo Padre. Lo acompaña un diácono que porta el anillo del pescador en una bandeja. El Decano dice al papa:
“Beatissime Pater, Episcopus et Pastor animarum nostrarum Christus, Filius Dei vivi, qui super petram Ecclesiam suam ædificavit, Ipse tibi donet Anulum sigillum Petri Piscatoris, qui suam spem in mari Galilææ expertus est, cui Dominus Iesus cælorum Regni claves commisit.
Beato apostolo Petro tu hodie succedis in Episcopatu huius Ecclesiæ, quæ caritatis unitati præsidet ut beatus apostolus Paulus docuit; Spiritus caritatis, in corda nostra effusus, vim et suavitatem largiatur tuo ministerio omnes in Christum credentes in unitatis communione servandi.”
Que puede traducirse como:
“Santo Padre, el mismo Cristo, Hijo de Dios vio, Pastor y Obispo de nuestras almas, que ha edificado su Iglesia sobre una piedra, te entregue el anillo con el sello de Pedro el Pescador, quien vivió su esperanza junto al mar de Galilea, y a quien el Señor Jesús le entregó las llaves del Reino de los cielos.
Hoy tu sucedes al Bienaventurado apóstol Pedro en el Episcopado de esta Iglesia que preside en la comunión del amor, como el apóstol Pablo lo enseño, pedimos que el Espíritu del amor se derrame en nuestros corazones, y te llene de fuerza y mansedumbre para que con tu ministerio custodies a cuantos creen en Cristo en la unidad de la comunión.”
Toda la asamblea responde cantando un versículo del salmo 67: “Manda, Deus, virtuti tuæ; confirma, confirma hoc, Deus, quod operatus es in nobis.”, es decir, “Despliega, oh Dios, tu poder; se fuerte, Dios, tu que has actuado por nosotros.”
Mientras tanto, el Decano del Colegio Cardenalicio se acerca al papa y le coloca el anillo del pescador en la mano derecha.
Después, una representación del colegio cardenalicio (2 cardenales por cada orden) se acercan al papa y le manifiestan su obediencia. Mientras tanto, se canta el Tu es Petrus tomado del capítulo 16 del Evangelio de San Mateo.
Luego, el papa deja la mitra e inicia la Misa como de costumbre hasta la Liturgia de la Palabra, en donde el Evangelio se canta tanto en latín como en griego, para simbolizar que el papa es cabeza tanto de oriente como de occidente. Al finalizar el Evangelio en griego, se canta “¡Por muchos años!”, en ese mismo idioma. En el Ordo de 2005 este canto se hacía después de que el papa recibía el anillo.
La Misa prosigue como de costumbre.