El Manual de liturgia

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La capa magna es una prenda larga y suelta, sin mangas, que se coloca en los hombros, que tiene una capucha y una cola larga llamada cauda, que los obispos pueden usar en sus diócesis en las festividades más solemnes. (Ceremonial de Obispos, n. 1200).

La capa magna es de lana morada para los obispos y arzobispos; de seda muaré morada para los nuncios; y de seda muaré roja para los cardenales.

Por considerarse un signo de jurisdicción, no se puede usar fuera del lugar donde ella se ejerce, como se ha dicho. Por ello los obispos (salvo los auxiliares), pueden usarla en su diócesis, los arzobispos en su provincia; los nuncios en los territorios de su legación; y los cardenales y el papa en cualquier sitio. Antiguamente, cuando el ordinario permitía por cortesía que un obispo visitante celebrase al trono  (es decir, que se sentara en la sede episcopal), automáticamente le concedía para la ocasión el uso de la capa magna.

Históricamente, existían dos clases de capa magna: la de verano y la de invierno. La de verano estaba rematada con una vuelta en seda en la parte posterior. La de invierno, estaba cubierta por una esclavina de armiño blanco que sustituía la vuelta de seda. El forro de armiño quedó suprimido en 1969, quedando sólo en uso el modelo estival.

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Anteriormente estaba prescrito el largo de la cauda:  7 metros para los cardenales y de 3,5 para los obispos. Por esta extensión, se necesitaba que un clérigo, llamado caudatario, la sostuviera por la parte posterior. En presencia de un cardenal, los obispos la recogían en su brazo, sin caudatario. Asimismo, en Roma los cardenales siempre la llevaban recogida en su brazo, y solo la extendían al prestar juramento al papa, o en el consistorio en que eran creados cardenales. Cuando la llevaban la cola trenzada y recogida, se le denominaba cappa parva o cappa praelatitia reflexa.

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La capucha solo se utilizaba, en lugar del bonete, durante los oficios de Semana Santa. Y los cardenales la usaban, además, bajo el galero o capelo cardenalicio durante su consistorio de creación.

Hasta el siglo XIX los papas también usaban capa magna roja, únicamente en los Maitines de Navidad, que la usaban de terciopelo, y en los Oficios de Difuntos y Tinieblas, que la usaban de sarga.