La muceta es una prenda corta, que llega hasta los codos y con botones en la parte delantera.
Algunos autores sostienen que la muceta que en el ámbito eclesiástico usan algunos canónigos, los obispos, los cadenales, y el papa proviene de una prenda con capucha que vestían en la Edad Media los agricultores para protegerse de las inclemencias del tiempo. Así pues, su sentido es recordarle a los prelados que son labradores de la viña del Señor (Mt 9, 37 y Lc 10, 2), y que deben cumplir su función con humildad.
En la foto se puede apreciar la capucha de la muceta. La usa el papa Benedicto XVI, quien en su primera alocución dijo ser “un simple y humilde labrador en la viña del Señor” (19/04/2005).
Actualmente sólo el papa usa muceta con capucha, pues el Ceremonial de los Obispos indica que debe ser sin cogulla (CE 63)
En algunos cabildos, está previsto que los canónigos la usen con el hábito coral. Dependiendo del cabildo será el color de ésta.
Con el hábito coral la usan los obispos por encima de la sotana y el roquete. Los obispos la usan morada, y los cardenales roja.
El papa puede usar una muceta roja durante todo el año, salvo la Octava de Pascua que va desde el Domingo de Resurrección hasta el sábado de la Octava de Pascua, en que puede usar la muceta blanca. Ahora, existen dos clases de mucetas rojas papales. La primera es la de invierno, que era de terciopelo y ribeteada en armiño. La usaban desde la Solemnidad de Todos los Santos hasta el Segundo Domingo de Pascua. La segunda muceta era la de verano, que era de seda roja y la usaban el resto del año.
La costumbre de usar tres mucetas distintas se siguió hasta que san Pablo VI decidió usar una sola muceta (la de verano) todo el año, hacia el final de su pontificado. Con eso, se descontinuó el uso de la muceta invernal y la pascual. Juan Pablo I y san Juan Pablo II siguieron esta forma simplificada.
Benedicto XVI recuperó el uso de las distintas mucetas, pero con una novedad: extendió el uso de la muceta blanca a todo el tiempo pascual y no se limitó a usarla en la Infraoctava de Pascua.
Derivado de esta extensión, y como ya se sentía calor en el tiempo pascual, mandó a elaborarse una muceta blanca de verano, confeccionada con seda y no con terciopelo y que, además, no estaba ribeteada en armiño.
Por este motivo, el papa Benedicto XVI amplió de tres a cuatro las mucetas pontificias: dos rojas (la de invierno y la de verano) y dos blancas (la de invierno y la de verano)