El tabarro es una capa de lana grande que cubre todo el cuerpo hasta los pies. En su parte superior cuenta con una esclavina de seda y un cuello de terciopelo. Los bordes de la capa y de la esclavina se rematan con un cordoncillo. Sirve para protegerse del frío. Su uso es privativo de obispos, cardenales y del papa. Puede vestirse encima del hábito piano o del coral.
Antiguamente, era de color violeta para los obispos, y violeta o rojo para los cardenales, y el cordón que lo remataba era dorado. Desde la instrucción Ut sive sollicite de 1969 debe ser negra para cardenales y obispos, y no puede llevar cordón dorado. En cambio, el tabarro del papa siempre ha sido rojo y rematado con un cordón dorado.