El Manual de liturgia

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El 14 de agosto, domingo del tiempo ordinario, por la tarde, es víspera de la solemnidad de la Asunción. ¿Qué hacemos? ¿Celebramos el domingo del tiempo ordinario o la Asunción?
 
Hay días litúrgicos que no duran veinticuatro horas. Aunque la regla general es que van de medianoche a medianoche, los domingos y las solemnidades se extienden un poco, pues comienzan desde las vísperas, desde la tarde previa. Así, por ejemplo, los sábados, por la tarde, desde el punto de vista litúrgico ya estamos en domingo: se celebra todo como si fuera el primer día de la semana.
 
La Asunción de la bienaventurada Virgen María es una solemnidad y, por tanto, comienza a celebrarse desde las vísperas, desde la tarde del 14 de agosto. Esto no suele suponer ningún problema, pues “invade” a una memoria, la de san Maximiliano María Kolbe. Sin embargo, este año se extendería sobre un domingo del tiempo ordinario, lo que sí puede presentar una dificultad pues se trata de un día de precepto.
 
Aunque la Santa Sede normalmente había optado por darle preminencia a los días de precepto, para este 2022 dispuso que el domingo 14 de agosto se celebren “las I Vísperas y la Misa de la Vigilia de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María” (Responsum ad dubia de 11 de mayo de 2020).
 
Así pues:
-el sábado 13, por la tarde, se deben celebrar las I vísperas y la misa del XX domingo del tiempo ordinario.
-el domingo 14, por la mañana, se deben celebrar la misa y la liturgia de las horas correspondientes al XX domingo del tiempo ordinario.
-el domingo 14, por la tarde, se deben celebrar la misa de la vigilia de la solemnidad de la Asunción de la bienaventurada Virgen María.
-el lunes 15, todo el día, se celebra la Asunción.