En la liturgia se utiliza la jofaina y el aguamanil. No son objetos litúrgicos, sino objetos que se usan en la liturgia. Es decir, se trata de objetos cuyo uso es anterior a las celebraciones, y cuyo uso no se limita a la liturgia.
El aguamanil es el jarro con pico vertedero y asa grande en el que se coloca agua para ser derramada sobre las manos.
La jofaina es el recipiente en el que cae el agua que se vierte con el aguamanil en el lavado de las manos.
Ambos se hacen a juego y pueden ser de cristal, de cerámica o de metal. En muchos lugares el aguamanil y la jofaina de metal se reservan al obispo, pero no hay una norma sobre ello.