El Manual de liturgia

El Manual de liturgia

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Los ciriales son los candeleros altos que llevan los acólitos denominados ceroferarios durante las procesiones, y acompañan a quien proclama el Evangelio.

En la procesión de entrada deben ser dos los ciriales, en medio de los cuales camina el cruciferario que porta la cruz (IGMR 120). Pero cuando celebra el obispo en su diócesis, pueden ser hasta siete (CE 124). Cuando los ceroferarios caminan acompañando al Evangeliario, avanzan un adelante de este libro, y se colocan a los lados del ambón (IGMR 133).

Suelen tener una altura de unos dos metros aproximadamente. En Roma la costumbre es que sean más cortos. Es por eso que la costumbre romana de la que habla el Ceremonial de los Obispos es que el ceroferario que avanza por la derecha coloque su mano izquierda en el pie del cirial, y la derecha en la mitad; y el que avanza por la izquierda coloque su mano derecha en el pie del candelabro y la mano izquierda en la mitad (primera parte, nota 66).

Hachones consagracion

No lo disponen las normas litúrgicas, pero es una costumbre legítima que durante la plegaria eucarística se coloquen los ceroferarios frente al altar con los ciriales.

En las misas papales, en estos momentos los ceroferarios no portan los ciriales, sino hachones. Los hachones tienen unas velas especiales que denominadas hachas. Se llaman así por una particularidad que tienen frente a otras velas: tienen cuatro pabilos, de forma que son cuatro puntos de luz los que hay.

En estos momentos, en las misas papales, se llevan seis hachas, colocándose tres en cada lado del altar. Los que están del lado derecho las sostienen con la mano izquierda (y colocan la  derecha sobre el pecho); y los que están del lado izquierdo las sostienen con la mano derecha (y colocan la izquierda sobre el pecho).