El Manual de liturgia

El Manual de liturgia

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El ambón ya se encontraba en las antiguas sinagogas. De ahí pasó a la liturgia cristiana. En el siglo V era común encontrar en las iglesias mayores dos ambones: uno a la derecha desde donde el diácono proclamaba el Evangelio, y otro a la izquierda, más bajo, donde se cantaba el gradual.

Con el pasar del tiempo, sin embargo, los ambones desaparecieron del rito romano. Las lecturas eran hechas desde los bordes del altar manteniéndose entre tanto la localización primitiva de cada texto litúrgico: la Epístola era leída a la izquierda en tanto que el Evangelio era leído a la derecha (de ahí que a esos lugares se les conociera como “lado de la Epístola” o “lado del Evangelio). En las Misas solemnes, un acólito sostenía el libro al  subdiácono para que cantase la Epístola, y el subdiácono se lo sostenía al diácono para que cantase el Evangelio. Este es el uso que se da todavía en la forma tradicional.

En la reforma litúrgica del siglo XX se recuperó el uso de los ambones. En las rúbricas de 1965 se previó la existencia de dos ambones, y desde el Misal de 1970 está previsto solo uno.

Actualmente se prevé que el ambón esté en el presbiterio o en un lugar cercano a él, y que sea fijo y no un simple atril portátil (IGMR 309). Conforme a la tradición, se coloca a la izquierda del altar, en el llamado “lado del Evangelio”, aunque no hay una norma que lo establezca así. Debería diseñarse en armonía con el altar y de forma que los ministros y lectores puedan ser vistos y escuchados por los fieles.

El ambón puede cubrirse con un antipendio digno del color del día, preferentemente a juego con el frontal del altar. Es conveniente colocar un micrófono y un punto de luz.

El ambón está reservado para proclamar la palabra de Dios. Las rúbricas indican que desde ahí se proclaman “únicamente las lecturas, el salmo responsorial y el pregón pascual” (IGMR 309), aunque también puede tenerse la homilía y proponer las intenciones de la oración universal. De esta forma, no debe ser usado por un comentarista, el director del coro o un solista.