Dos ornamentos muy parecidos son el roquete y la sobrepelliz. Ambos son similares al alba, pero más cortos. Se usan por encima de la sotana, pero no se ciñen con el cíngulo. A pesar de estas similitudes, son distintos. La clave de la diferencia está en las mangas: el roquete tiene mangas estrechas y largas, mientras que la sobrepelliz las tiene más anchas y más cortas.
La sobrepelliz la pueden usar todos los clérigos para administrar los sacramentos, y también es parte del hábito coral de diáconos, presbíteros, capellanes de su santidad y de los prelados de honor. Incluso pueden vestirlo los acólitos.
El roquete, en cambio, es una vestidura de dignidad que se viste con el hábito coral por los canónigos, los prelados superiores de la cura romana, los auditores de la Rota Romana, el promotor general de justicia o defensor del vínculo de la Signatura Apostólica, los protonotarios apostólicos, los clérigos de la cámara apostólica, los obispos, los cardenales, y el papa.