Las antífonas marianas son oraciones dedicadas a la Santísima Virgen María, que se cantan o recitan al final de la hora canónica de completas. También se pueden cantar al final de la Santa Misa, por devoción.
Existen cuatro antífonas marianas: el Alma Redemptoris Mater (Augusta Madre del Redentor, o simplemente Madre del Redentor); el Ave Regina Caelorum (Salve, Reina de los cielos); el Regina Coeli (Reina del Cielo); y el Salve Regina (Salve Reina).
Además de estas cuatro antífonas, la Liturgia de las Horas establece un himno para rezar o cantar al final de las completas, el Sub tuum praesidium (Bajo tu amparo).
Puede elegirse libremente qué antífona o el Sub tuum praesidium cantar o decir salvo el Regina Coeli, que es propio de Pascua, tiempo durante el cual no pueden elegirse las otras (OGLH 92).
Sin embargo, tradicionalmente, cada una de las cuatro antífonas marianas está asociada a un tiempo litúrgico.
El Alma Redemptoris Mater a Adviento y Navidad. Suele cantarse desde el I Domingo de Adviento y hasta la Fiesta de la Presentación del Señor (2 de febrero). El Ave Regina Coelorum a Cuaresma. Suele cantarse desde el 3 de febrero y hasta el Miércoles Santo. El Regina Coeli a Pascua. Se canta desde la Vigilia Pascual hasta Pentecostés. Y el Salve Regina a la segunda parte Tiempo Ordinario, por lo que se canta desde el lunes siguiente a Pentecostés y hasta el fin del año litúrgico.