Celebraciones papales

Celebraciones papales

IMG_2918.JPG

Para el inicio del Jubileo 2025, la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice mandó confeccionar un juego de vestimentas litúrgicas (pluvial, mitra, casulla, dalmáticas).

Se ha querido que las vestiduras estuvieran bordadas en oro y en verde, inspirándose en las decoraciones de unos frescos de las Grutas Vaticanas del siglo XVII. El oro representa gloria y eternidad. El verde, a la esperanza, que es el mensaje central del jubileo. En medio de estos bordados aparecen incrustadas piedras de ágata verde natural.

En el conjunto se podrán apreciar las imágenes de los santos Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia de Roma, que están tomadas de las que se encuentran en el nicho en el que se conservan los palios de los metropolitanos. Esas imágenes están bordadas sobre un fondo morado, pues ese es el color tanto la penitencia como la preparación, evocando el proceso de conversión que el Jubileo propone como camino de salvación.

PaoloCapaJub25.png

Otro bordado que aparece en el conjunto de vestiduras “Jubileo de la Esperanza", es el ancla, un antiguo símbolo cristiano de la esperanza, como sino de que a pesar de las dificultades y tormentas de la vida podemos anclarnos a Cristo.

AnclaCapJub25.png

También se elaboró un evangeliario con una cubierta de plata. En el centro, en la parte frontal, se encuentra un camafeo, en el que se talló un ancla; y en la parte posterior, un camafeo con el escudo de armas del papa Francisco, quien convocó al Jubileo. El escudo de armas de Francisco también está bordado tanto en la mitra, en la estola y en el galón de la casulla.

A principios de 2024, se constituyó una comisión presidida por S.E.R Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, quien desde el primer momento imaginó estos ornamentos como un testimonio visual de un tiempo de gracia que representa una oportunidad de renovación espiritual.

Un taller especializado fue encargado de su confección, mientras que el minucioso acabado en verde y la colocación de las ágatas fueron realizados por las hermanas de un instituto franciscano femenino, quienes obsequiaron su trabajo. El Evangeliario fue elaborado por un cincelador de larga tradición y a un hábil encuadernador.