Para cubrirse la cabeza del frío los papas pueden usar el camauro (del griego Kamelauchion, gorro de pelo de camello). Es un gorro rojo con un ribete de armiño blanco. No se utiliza durante las celebraciones litúrgicas. En el siglo XX solo lo usó san Juan XXIII. Tras la muerte del papa Roncalli, cayó en desuso hasta que Benedicto XVI lo usó en dos audiencias generales en diciembre de 2005.
A pesar de que los papas del siglo XX, salvo san Juan XXIII no usaron el camauro, una vez muertos se les colocó en la cabeza, hasta antes de sus exequias, en que se les revestía como para celebrar misa. Desde san Pablo VI se les ha revestido como para la misa desde su capilla privada.