El Manual de liturgia

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Pentec

El sábado anterior a la Solemnidad de Pentecostés, por la tarde, puede celebrarse la Vigilia de Pentecostés. Se trata de una celebración más extensa y solemne que una Misa vespertina de un domingo o solemnidad, teniendo elementos similares a la Vigilia Pascual.

La Misa inicia como de costumbre. Es conveniente que se haga el rito de bendición y aspersión del agua indicada para el Tiempo Pascual. Pero también puede hacerse sin este rito hasta el Señor ten piedad. Terminando éste o el rito de aspersión, el sacerdote dice una oración de entrada, prevista en el misal, que es distinta a la oración colecta.

Tras la oración de entrada, sigue la Liturgia de la Palabra, que el sacerdote inicia con una monición prevista en el misal. Después se proclaman cuatro lecturas con su salmo. Concluido cada uno de los cuatro salmos, todos se ponen de pie y el sacerdote reza una oración que propone el misal.

Al acabar la oración que sigue a la cuarta lectura, el sacerdote incoa el himno Gloria. No se tocan las campanas, pues eso solo se hace en la Misa in Coena Domini y en la Vigilia Pascual. Concluido el Gloria, el sacerdote reza la oración colecta. Enseguida se lee la quinta lectura, del Apóstol, y se proclama el Evangelio. Luego, la Misa continúa del modo acostumbrado.

Antiguamente únicamente se confería el Bautismo en la Vigilia Pascual. Posteriormente también se admitió que se administrara en la Vigilia de Pentecostés. Por ello, esa misa quedó con muchos elementos parecidos a la Noche Santa, como la extensa Liturgia de la Palabra, que ha permanecido, como se explicó, y otros que sólo se conservan en la forma extraordinaria, como la bendición de la fuente bautismal usando el mismo rito que en la Vigilia Pascual.

 Textos de la vigilia para México