En el periodo en que S.E.R Piero Marini fue el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, tanto él como los ceremonieros pontificios vestían siempre una sobrepelliz con bordados en gris en la parte inferior y en las mangas en las que se apreciaba una vainica sencilla. Estas sobrepellices se las ponían en todas las celebraciones litúrgicas en las que participaban.
Cuando Mons. Guido Marini fue nombrado Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Santo Padre empezó a utilizar sobrepellices con la parte inferior y las mangas elaboradas en encajes. Solamente las utilizaba él, pues el resto de los ceremonieros seguían usando sobrepellices sencillas. No siempre los usaba así. La regla era: en las celebraciones penitenciales o de difuntos usaba sobrepelliz sencilla; en las capillas papales usaba sobrepelliz que terminaban totalmente en encaje en mangas y en la parte inferior; y en el resto de celebraciones usaba sobrepelliz que solo tenía una parte de encaje o vainica en las mangas y en la parte inferior.
Al poco tiempo del nombramiento de Mons. Guido Marini, los demás ceremonieros empezaron a usar sobrepellices con encajes. Lo hacían con las mismas reglas de uso que tenía el Maestro de Ceremonias: en las celebraciones penitenciales o de difuntos usaban sobrepelliz sencilla; en las capillas papales usaban sobrepelliz que terminaban totalmente en encaje en mangas y en la parte inferior; y en el resto de celebraciones usaban sobrepelliz que solo tenía una parte de encaje o vainica en las mangas y en la parte inferior.
Cuando fue elegido el papa Francisco como Sucesor de Pedro, el uso de sobrepellices por el Maestro de Celebraciones y por los ceremonieros pontificios varió: en las celebraciones penitenciales o de difuntos usan sobrepelliz sencilla, mientras que en el resto de celebraciones usan sobrepellices que solo tienen una parte de encaje o vainica en las mangas y en la parte inferior.
