Los ceremonieros pontificios no visten su hábito coral, sino la vestimenta propia de ellos, que es sotana morada, faja morada y, encima, la sobrepelliz. El Maestro de las Celebraciones Litúrgicas del Santo Padre, cuando actúa como primer ceremoniero, viste como los demás ceremonieros.
Así, por ejemplo, Enrico Dante, que fue ordenado obispo por el san Juan XXIII en 1962, siguió vistiendo sólo la sotana morada, la faja y la sobrepelliz hasta que dejó de ser el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas en 1965, en que dejó el cargo por ser creado cardenal. Lo único que varió fue que llevaba la cruz pectoral colgada de un cordón dorado y verde.
Igualmente, Piero Marini, que fue consagrado obispo por san Juan Pablo II en 1998, siguió vistiendo la sotana morada, la faja y la sobrepelliz cuando actuaba como primer ceremoniero, hasta que dejó el cargo en 2007. Al igual que el Card. Dante, sólo añadió la cruz pectoral, aunque él la colgaba de una cadena.
Cuando el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas no actúa como ceremoniero, viste su hábito coral. Así, por ejemplo, durante las exequias de san Juan Pablo II y durante el cónclave de 2005, Mons. Piero Marini vistió la muceta, el solideo y la cruz pectoral colgada de un cordón verde y dorado. Y durante la Sede Vacante y el Cónclave de 2013, Mons. Guido Marini vistió roquete y mantelete; de la misma forma vistió en el rito de Recognitio previo a la apertura de la Puerta Santa en 2015.
Si el papa no viste hábito coral u ornamentos litúrgicos en una ceremonia, o cuando asisten al papa en una Misa privada, los ceremonieros pontificios y el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas usan sotana negra bajo la sobrepelliz.
Cuando asisten al papa en una bendición sencilla, llevan el hábito piano que les corresponde sin sobrepelliz. Por ejemplo, cuando el papa imparte una bendición al final de un encuentro con un grupo en un viaje apostólico.